El Manatí en Guatemala animal en peligro de Extinción

En Guatemala tenemos la Reserva del Manatí, se encuentra en Río Dulce y es quizá uno de los últimos lugares en donde se conserva el hábitat del Manatí. A pesar de parecer animales peligrosos, la verdad es que son animales inofensivos, miden entre 3 y 4.5 m. y pesan entre los 300 y 500 kg.

Existen tres especies diferentes de manatíes, dos sub-especies y una cuarta que fue descubierta últimamente. La especie que vive en territorio guatemalteco es la Trichechus Manatus que habita en los ríos y estuarios de la cuenca del Caribe, pero su lugar preferido (por decirlo así) es Río Dulce.

Tienen la piel velluda con un espesor de 3 o 4 cm, color gris con pequeñas hendiduras de color rosado en algunas parte de su cuerpo, cuello corto, cabeza redonda, miembros torácicos terminados en manos muy fuertes, tienen la cola aplanada horizontalmente en forma de espátula.

Manatí en lengua caribeña significa "mamas". Su nombre científico proviene de dos vocablos latinos; Trichechus y Manatus que se refieren a las cerdas o pelitos que tienen estos sobre el cuerpo y a la capacidad de los mamíferos de amamantar a sus crías respectivamente.

Los manatíes son herbívoros, y se alimentan de diferentes tipos de plantas, como hojas de mangle o algas. Un manatí adulto puede comerce diariamente hasta 50 kg.

Más o menos cada 5 años la hembra da a luz una cría, la cual al nacer pesa aproximadamente 35 kg y mide entre 9 y 12 cm de largo. La madre es la única encargada de cuidarla y la alimenta de leche hasta que sus dientes están bien formados y preparados para comer alimentos duros. Las crías permanecen con sus madres por un tiempo aproximado de 2 años, a los 4 años se convierten en adultos y pueden vivir hasta los 80 años.

A pesar de que pueden llegar hasta los 80 años, son muy pocos los que llegan a esa edad pues son cazados principalmente por su carne y grasa, su piel es también muy cotizada pues sirve para fabricar látigos y bastones. La población de manatíes también se ha visto reducida por las numerosas lanchas a motor que los hieren y por la contaminación de las aguas.

Hay personas que viajan desde muy lejos hasta Guatemala solo para ver de cerca manatíes y en Guatemala no estamos conscientes que tenemos una gran riqueza natural y entre ella, una fauna a la que debemos proteger, como es el caso del Manatí, que está en peligro de extinción.